Escritura autobiográfica (segunda parte)
En un baldío, como todas las tardes se juntaban unos chicos: Gustavo, Alvaro, Dayana y Jesica a construir chozas. En forma de competencia, con el objetivo que gane el mejor, se dividieron las mujeres por un lado y los hombres por el otro.
Entretenidos los cuatro construyendo escucharon la sirena de la policía y se asustaron.
-Vengan con nosotros chicas-Dijo Gustavo
-¿Dónde están?-Pregunto Jesica
-Al lado de la rueda del tractor-Respondió Gustavo
Allí fueron las chicas. En el trayecto escucharon que la policía comenzó a llamarlos por el megáfono y ellos asustados se acercaron hasta donde estaban los oficiales.
-Tenemos una denuncia del propietario del terreno por violación a la propiedad privada-Dijo uno de los policías.
Allí fuero los chicos, pero al llegar a la jefatura se encontraron con el comisario, éste apuntándolos con un arma que largaba rayos, los cuales eran fatales. Los hizo pasar y junto con el propietario que también se encontraba allí se pusieron a discutir sobre el tema y llegaron a un acuerdo. Los chicos podían ingresar al lugar siempre y Luanco tengan su permiso.
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