Siempre lo mismo con ellas, esa amenaza siempre aparece, pero… nada.
- Te devoraré - dijo la pantera.
- Peor para tí - dijo la espada.
Siempre lo mismo con ellas, esa amenaza siempre aparece, pero… nada.
- Te devoraré - dijo la pantera.
- Peor para tí - dijo la espada.
El vecino de José, tiene un árbol del cual siempre se llena de pájaros. Arto de sus cantos esa misma noche suena con ellos que las ramas se poblaron de pájaros. Sonó un disparo y el árbol cayó pesadamente.
POSESION DOCENTE: Es una tarde de mucho calor, voy al trabajo en mi motocicleta. Cuando llego me dirijo hacia el aula para exponer mi clase. Ya en el interior de esas cuatro paredes, alguien que no soy yo comienza a dictar la clase. De pronto un cordobés quien luego de confundir a mis alumnos deja su lugar a un cordobés que provoca risas y descontrol en la clase. Cuando noto que pierdo el control de mis alumnos, venzo a éste demonio que se apodera de mi mente y vuelvo a hablar de literatura
EL ÚLTIMO SER SOBRE EL FAZ DE
He creado la vacuna a ésta pandemia, lástima que ya no queda nadie quien salvar. Conservé el virus para experimentar, y por un descuido éste se propagó en el laboratorio inmovilizándome. Estoy asustado y solo cuando alguien toda la puerta. Supe que a los gatos éste virus no los afecta.
ÉL ES PEREZ
El dueño de la casa estaba hablando con su hermano, cuando de repente notó que su conversación se tornaba difícil de entender. Ya no había vocales, alguien las había robado, solo quedaba la “e”.
El dueño dice: Este sele le pede heber heche elgeen ceye epeyede see cen “e”
El hermano afirma: Es Pérez. El sepeble de este creemen fee el meyerdeme, Pérez.
Javier, con15 años, decide irse a vivir solo. Al fin se aleja de sus padres. La noche anterior a trasladarse sueña con la llegada a su nueva casa, en ella vive un anciano que le advierte que en su nueva casa habita un fantasma. Se despierta.
Cuando llegó a su nuevo hogar, el mismo anciano del sueño abre la puerta y le dice: “esta casa está habitada por un fantasma”.
¡Cambiamos el pueblo!
Había una vez una adolescente que vivía en un pueblo humilde. Se juntaban todas las tardes en su casa con amigas a tomar algo mientras conversaban de la vida.
Una tarde como las demás, en una de sus charlas salió el tema:¿ como sería la vida en su pueblo sin espejos? Todos comenzaron a sacar sus propias conclusiones y ella opinaba que no habría tantas cirugías, moda, bulimia, anorexia, productos de belleza, tanta discriminación, la gente sería más sencilla, no estaría en frente de un espejo sacándose defectos, deprimiéndose por lo que no es o alegrándose por lo que si.
Sin embargo sus amigos también opinaban y no se imaginaban a su pueblo sin espejos, porque se sentían “feas y descuidadas”. Imaginaban que nadie las miraría o vivirían sin rivalidad y no se esmerarían día a día para verse más bonitas. Siguieron opinando hasta que cambiaron de tema porque ya no estaban hablando, sino discutiendo, entonces comenzaron a hablar de otra cosa. Pero ella se quedo con la idea en la cabeza y decidido consultarlo con su madre, que le dijo que hiciera un proyecto y se lo propusiera a la municipalidad: “que no haya espejos en el pueblo”. Su propuesta fue aceptada pero el pueblo se dividió en opiniones a favor y en contra. Los opositores se estuvieron que acostumbrar a vivir sin espejos. Y pronto comenzaron a disminuir la bulimia y la anorexia. El proyecto quiso crecer a la provincia pero no fue aceptado.
Sin dar mucha importancia, en el pueblo siguieron viviendo sin espejos y fueron conocidos en el país. El pueblo comenzó a probarse cada vez más y se convirtió en una ciudad. Así fue como esta adolescente le demostró a sus amigas cómo y qué pasaría en su pueblo si no hubiera espejos.
Escritura autobiográfica (segunda parte)
En un baldío, como todas las tardes se juntaban unos chicos: Gustavo, Alvaro, Dayana y Jesica a construir chozas. En forma de competencia, con el objetivo que gane el mejor, se dividieron las mujeres por un lado y los hombres por el otro.
Entretenidos los cuatro construyendo escucharon la sirena de la policía y se asustaron.
-Vengan con nosotros chicas-Dijo Gustavo
-¿Dónde están?-Pregunto Jesica
-Al lado de la rueda del tractor-Respondió Gustavo
Allí fueron las chicas. En el trayecto escucharon que la policía comenzó a llamarlos por el megáfono y ellos asustados se acercaron hasta donde estaban los oficiales.
-Tenemos una denuncia del propietario del terreno por violación a la propiedad privada-Dijo uno de los policías.
Allí fuero los chicos, pero al llegar a la jefatura se encontraron con el comisario, éste apuntándolos con un arma que largaba rayos, los cuales eran fatales. Los hizo pasar y junto con el propietario que también se encontraba allí se pusieron a discutir sobre el tema y llegaron a un acuerdo. Los chicos podían ingresar al lugar siempre y Luanco tengan su permiso.